dimecres, 6 de juliol del 2016

La conjunción Luna-Saturno en la carta natal: Lorca, Rilke, Herman Hesse y Bob Dylan, una mirada a la poesía desde la astrología arquetipal (parte I)

La conjunción Luna-Saturno en la carta natal: Lorca, Rilke, Herman Hesse y Bob Dylan, una mirada a la poesía y la literatura desde la astrología arquetipal (parte I)

"Hay almas a las que uno tiene ganas de asomarse, como a una ventana llena de sol"
Federico García Lorca

La luna le ha comprado
pinturas a la Muerte.
En esta noche turbia
¡está la luna loca!
F. G. Lorca


F. G. Lorca 
No iba desencaminado Lorca cuando escribió esta frase. La suya es una de esas almas donde el Sol, aun ahogado por la noche más oscura, brilló resplandeciente. Esa ventana llena de sol era lo que Lorca ansiaba quizás desde pequeño. Lorca encontró el sol en su amor a los hombres, que son al encarnación del arquetipo solar, y aunque muchos de sus amores fueron frustrados otros también fueron intensos. En su poesía el amor es doloroso y desbordado. No conozco a fondo su obra ni pretendo repetir lo que ya se ha escrito en la historia de la literatura española. El objetivo de este artículo, dividido en dos partes, es poner en relación un elemento (la conjunción o cercanía de la Luna y Saturno) presente en la carta natal de 5 personajes: los poetas F. G. Lorca y R. M. Rilke. el escritor Herman Hesse y el cantautor Bob Dylan. Con el suplemento de Sigmund Freud aunque desde otra perspectiva que no es la de la literatura y la creatividad sino la psicológica y su aportación más destacada.

Lorca presentaba en su carta una casi conjunción (no lo es por muy pocos grados) entre la Luna y Saturno (que si estaba en conjunción con Urano) en la casa 10 (Sagitario). En su caso la Luna y Saturno compartían además una doble aspecto: una oposición con el Sol y Neptuno en casa 4  y Plutón en casa 3, con Geminis en ambas casas. Y para colmo tenía una conjunción de ese Neptuno en 4 con Lilith, Luna Negra. La conjunción Luna Blanca-Neptuno también es muy de poetas y escritores (Antonio Machado y Edgar Allan Poe, por poner dos ejemplos). En este caso Lorca tenía la Blanca casi opuesta a la Negra  que estaba en conjunción con Neptuno que si estaba en oposición. Aunque la Luna de Lorca también tenía aspectos positivos con Marte y Mercurio. Y Venus solitario en casa 5 (Cáncer) sin aspectos. Estos aspectos tan duros de Luna y Saturno marcaron en mi opinión el destino del poeta. Según el astrólogo Segundo Ruiz la conjunción Luna-Saturno  provee un sentimiento del deber y la disciplina, pero a la vez un carácter reservado, temeroso e inseguro. Predispone al nativo para tener experiencias emocionales dolorosas, cuando se consiguen vencer las propias resistencias emocionales. Asaltados por depresiones y melancolía pueden verse adultos a edades tempranas. Anhelan el amor del hogar, maternal y protector pero se desengañan al no obtenerlo a la altura de sus expectativas. Lorca era un hombre de mirada viva y alegre, y a la vez con ese mundo interno tan atormentado.
La casa 9 y 10 de Lorca
No sabremos nunca si Lorca sufrió tanto su condición, expresada en algunas de sus obras, por su carácter innato o por la sociedad represora y punitiva que le tocó vivir, y que marcó profundamente su trágica muerte un día de agosto de madrugada. Como vemos en sus poemas Lorca tiene una idea muy saturnina de la Luna. Veamos:

La luna tiene dientes de marfil.
¡Qué vieja y triste asoma!

Más cerca de la guadaña de Saturno que de los brazos amorosos de la Luna en Cáncer. La madre devoradora de la que habla Marie Louise Von Franz en su espléndido El Puer Aeternus asoma en la poesía de Lorca. «Mi infancia es aprender letras y música con mi madre, a ello le debo todo lo que soy y seré», dejó escrito Lorca. Lo importante no es si su madre fue alguien excepcionalmente cariñosa y protectora con su hijo, sino como la percibió Federico, como sintió esa relación. La madre es la misma y muchas veces cada hijo la percibe distinta, en parte por razones de cronología y momento vital de los miembros de la familia, pero en parte por como cada uno vive la realidad externa en función de unos parámetros internos. Y ese abrazo fue profundo, kármico y dharmico a mi parecer.  Pues Lorca encontró en la poesía su vida y su muerte, y su renacimiento. Mi abuelo lo conoció en su visita a Cataluña con Margarita Xirgú y habló de él con Antonina Rodrigo, biógrafa del poeta. Y mi abuela que apenas hablaba el castellano se sabía sus poesías sobre la luna de memoria.  Lorca no puede morir, porque su recuerdo sigue vivo.
Federico y  Vicenta Lorca
Comprobando por encima la carta astral de su madre (Vicenta Lorca Romero) nacida en Granada un 25 de julio de 1870 se puede ver que Vicenta nació con una oposición de Luna-Saturno. Un Saturno que estaba también en Sagitario. Una madre que era además Leo. O sea que si alguien no quiere creer en la astrología que no se mire la carta natal de Lorca y la de su madre porque en ella hay unos elementos que es difícil desechar o considerarlos mera casualidad. Pero ojo, hay que señalar que Vicenta tenía una Luna en conjunción con Venus y Júpiter así que era una madre encantadora, una maestra ejemplar y NO un ogro sin sentimientos. Pero el amor es a veces un veneno lento, un veneno que mata.

Carta de Rilke
(4 de diciembre de 1875)


Otra carta con una inquietante presencia de la Luna y Saturno es la de Rainer Maria Rilke, un poeta con una obra terapéutica como la copa de un pino. La carta natal de Rilke es de hecho un festín para un astrólogo experto. Su mandala vital es algo tan complejo que, quién escribe estas líneas, no se considera preparado para leerlo globalmente. Echemos un vistazo aun pedazo de la carta de este joven poeta austrohúngaro (aunque nacido en Praga que es actualmente suelo checo) que nació un 4 de diciembre (aunque he encontrado cartas con fecha del día 3). Como no podemos saber cual está en lo cierto (y un solo día basta para cambiar una conjunción de luna) he adjuntado al del día 4 que es en la que la Luna está más lejos de Saturno en Acuario. Así podemos ver que (en el peor de los casos) la Luna estaría en conjunción con Marte y no con Saturno, aunque como digo en las cartas del día 3 la conjunción con Saturno es casi del mismo orbe. Que a Rilke su madre lo vistiera de niña, algo que ahora no tendría un efecto similar pues eran otros tiempos, ya que la pareja había perdido una niña con anterioridad y el pequeño Rilke la debía de substituir emocionalmente ya nos da una idea de la huella profunda que esa relación dejaría en el joven poeta. Que sus matrimonios o parejas fracasaran o que fuera un padre ausente no debe sorprendernos. Rainer tiene una carta muy compleja, que necesita de un estudio profundo, paralelo a su biografía y obra. Para conocer un poco su obra
recomiendo la obra de Antoni Pascual Piqué, un gran escritor y biógrafo de poetas que tiene un libro magnífico Rilke o la transformación de la conciencia.

Veamos uno de sus poemas:

Quizás los dragones que amenazan nuestra vida no sean sino princesas anhelantes 
que sólo aguardan un indicio
de nuestra apostura y valentía.
Quizás en lo más hondo
lo que más terrible nos parece
sólo ansía nuestro amor

Rainer María Rilke


Rilke, una
infancia marcada
Es cierto que Rilke expresa unos miedos generacionales, el descubrimiento de la sombra, algo en que se sincroniza o anticipa a Jung, pero hay en él algo único, mágico, hondo y tenebroso. Que Rilke escriba en sus Sonetos a Orfeo los siguientes versos no debe sorprendernos si miramos la carta y vemos cuanto alcanzo el poeta su desarrollo en lo transpersonal, en lo arquetípico, más allá de unas convenciones de la época que de no haber desafiado lo habrían conducido a la calificación de loco y perturbado. En Rilke no es que la madre sea una influencia perniciosa directamente, que parece lo fue, sino que todo el sistema familiar actuó de forma parecida. El Sol en su carta parece tibio, sin aspectos. Sus padres se separaron a la cuando el chico tenía 9 años. Rilke fue un sagitario típico en el hecho que viajó mucho. Fue un trotamundos y tubo romances y protectoras, en general mujeres de alta cuna y edad mayor, aunque la soledad le acompañó en sus días y no fue un hombre alegre sino más bien taciturno lo que le llevó a una intermitente soledad,  en parte por su tendencia a ser un ave de vuelo libre. Hay un abismo entre el niño que fue y el hombre en que se convirtió.
Rilke, un poeta maestro
Que Rilke fuera amante de Lou Salome, la mítica musa de Nietzsche, es una de sus anécdotas vitales. Que Salomé tuviera el Sol en Acuario, lo que en sinastría lo situaría cerca del Saturno de Rilke, y que fuera una mujer cuya hora de nacimiento se desconoce y con un Venus muy activo en aspectos seria algo para estudiar por expertos. Orfeo y Eurídice otra vez.

Solo aquel cuya radiante lira haya tañido en la sombra podrá seguir mirando hacia adelante
Y recobrar su infinita alabanza
Solo quien haya comido amapolas con los muertos descubrirá para siempre sus acordes mas armónicos
No obstante, la imagen en el estanque
Suele desvanecerse, conoce y permanece en paz
En el seno del mundo dual
Todos los sonidos terminan entremezclándose eternamente
Rainer Maria Rilke






dissabte, 2 de juliol del 2016

La Luna Blanca y la Luna Negra por signos (a modo de resumen e introducción)

La Luna Blanca y la Luna Negra por signos (a modo de resumen e introducción)

Podría escribir muchas cosas, demasiadas.
Llenar el blanco papel de sueños y grandes palabras.
Podría escribir muchas cosas, demasiadas.
Algunas de ciertas y otras falsas.
Decirte: yo soy el Sol y tú la Luna,
y ella la hija de las estrellas.
Y sería verdad y sería mentira.
         Cántico 

Carta Symbolon de Cáncer y su
regente la Luna
Este texto pretende resumir muy brevemente las características de la Luna, tanto la blanca como la negra, en función del elemento de los signos (Tierra, Aire, Agua y Fuego) en que se encuentre en la carta natal o astral. Pretende ser una introducción divulgativa que he realizado a partir de resumir lo que explica el astrólogo y terapeuta Richard Idemon, en su libro Astrología de las relaciones (Ed. Urano) y que he complementa con información de Lilith, la Luna Negra, extraída de un vídeo de la astróloga brasileña Vanessa Guazzelli Paim. Para los que, como un servidor, empiezan a tantear  en este vasto campo de la astrología, tan variado y plagado de minas, es preciso tener unas ideas básicas para no perderse pues hay mucha información. Tradicionalmente la Luna está asociada a lo maternal, a la relación madre-hijo, a lo emocional. Según Eugenio Carutti la Luna tiene una doble función, y por lo tanto doble representación simbólica. De un lado representa al mundo externo: el hogar, la cueva, el útero, la madre. En lo interno se asocia a la afectividad, la memoria, la imago materna psíquica, por lo tanto la Gran Madre, a nivel arquetípico. 

La luna refleja de noche la escasa
luz solar y orienta a muchos animales
Para R. Idemon la luna es un elemento que la mujer suele integrar mejor pues en nuestra sociedad occidental los hombres deben a menudo rechazar u ocultar sus emociones en pro de un Yo solar, racional, reflexivo, patriarcal. Como explica Jung el hombre tiende a reprimir su Ánima para buscarla luego en una mujer proyectándola en ella. Recordemos que en origen las primeras civilizaciones fueron matriarcales y se siguieron mucho las pautas y ciclos lunares. Como demuestran artilugios como la maravillosa pieza de la isla de Anticitera, datado entre los años 70 y 50 AC, incluso entre los griegos cuya religión solar empieza a ser significativa y donde empezó a menguar el poder de las mujeres y los cultos matriarcales, la astrología podía predecir los eclipses de luna y las rotaciones planetarias lo que demuestra que los griegos podían predecir eclipses y calcular exactamente la posición de los planetas en el cielo y especialmente de la luna. Por lo que he podido observar muchos poetas suelen tener posiciones fuertes de la luna en la carta natal o aspectos tensos de esta con planetas como Saturno o Venus, como es el caso de Federico G. Lorca y Rainer M. Rilke, ambos con una cercanía de Luna-Saturno. Para Idemon la Luna puede leerse como el niño interior y como las necesidades afectivas de este. No tanto como fue su infancia, su entorno materno y afectivo, sino como el niño lo percibió y como lo buscará de mayor en sus relaciones afectivas. 

La Luna es junto a Venus y Marte (también Saturno y Lilith) uno de los elementos más interesantes en las sinastrías de pareja ya que a veces lo que deseamos no es lo mismo que lo que amamos o lo que necesitamos. Uno de los puntos fuertes de la astrología psicológica es esa distinción que hace la carta (a través del sistema de casas) de los aspectos diferentes del amor y las relaciones familiares y eróticas. Mientras que el Cristianismo al suprimir el Zodíaco y unificarlo en el dios solar preparó el terreno a la neurosis judeocristiana de la cual Freud, con todo su embrollo psicoanalítico, es su hijo legítimo y, porque no decirlo, predilecto. Nietzsche fue Prometeo y Freud tuvo miedo del fuego y opto por alejarse de él. Jung en cambió lo aceptó y tras el sufrimiento se iluminó para ver más allá donde Sigmund solo veía neurosis para encontrar la curación. Richard Idemon, que es un gran conocedor de mitos y de la antigua Grecia al que hay que leer pues es un divulgador excelente,  se nota que ha leído a los tres autores. Idemon explica en el libro montones de aspectos en las relaciones entre padres-hijos, pareja, etc. pero en resumen establece las siguientes pautas de interpretación de la Luna por signos:
Zeus y Europa (Alexander Sigov)
  • Tierra: La luna se percibe como algo material, terrenal. Regalos, besos, abrazos, estabilidad financiera, alimento y un cobijo . Para recordar este tipo de luna pensemos en un signo como Tauro por ejemplo y en el mito de Zeus y Europa. Tras raptarla disfrazado de toro Zeus entregó a la doncella Europa cuatro regalos: un collar, un autómata de bronze, un perro y una jabalina que nunca erraba el tiro. Obviamente en Capricornio, otro signo de tierra, esa luna puede haberse percibido con austeridad, moderación y en algunos casos escasez.  
  • Agua: En los signos de agua el nativo quiere que el amor sea fusión, mezcla y disolución. Llora conmigo, ríe conmigo, lo que yo sienta debes sentirlo tú. Es un afecto más doloroso que placentero, a la vez que ese dolor pueda producir ese efecto de plenitud. Quienes tengan la luna en Piscis sabrán de lo que habla Idemon y seguramente se sentirán identificados en esta categoría. Escorpio ya esconde más ese dolor, a pesar que tiene capacidad para detectarlo. En general la Luna en los signos de agua da personas con gran empatía, que pueden utilizar para calmar o para herir, y que si consiguen integrar en su personalidad puede dar lugar a buenos terapeutas y sanadores.
  • Aire:  "Si me amas dame espacio, no me aprisiones", esa sería la divisa que resumiría las lunas en los signos de aire. Libertad sin independencia. Libra quiere un compañero estable (no es sagitario) pero busca una relación de igualdad, basada en el diálogo y al comunicación, no de absorción o fusión. Si me amas comunícate conmigo, pero déjame aire que respirar. La Luna en signos de aire pude ser desapegada como en Acuario o compañera en Libra, pero tiende a esa racionalización y distancia.
  • Fuego: En los signos de fuego hay actividad, sonrisas... Hazme reír, pasa conmigo un rato divertido. Quiero ser tu luz y tu calor y que tu seas el mío para que lo pasemos bien los dos. Las discusiones son acaloradas, Aries es impulsivo y Sagitario independiente. Exigen mucho y dan poco (para los parámetros de los signos de Agua o Tierra). 
Tabla de compatibilidad de Luna y Venus/Marte
en la propia carta
Como vemos una persona que busque una pareja con una luna diferente a la suya probablemente encuentre un complemento en lo opuesto, pero a la larga eso no basta. Pero tal y como dijimos en las relaciones de pareja hay elementos como Venus y Marte que deben ser tenidos en cuenta. Elementos como Saturno serán más importantes para un Capricornio que para un Sagitario. Sobre estas correspondencias hay una tabla bastante útil. Si uno observa su Luna y Venus y ve que signos dominan verá si la idea de lo que busca como bello y amoroso (Venus) y lo que anhela emocionalmente (Luna) es armónico o complicado. Como no puede simplificarse en exceso hay un libro Test astrológico de la pareja muy recomendable que es el de Emilio Salas y Juan Trigo sobre compatibilidad de pareja que recomendamos. Pero para empezar por uno mismo hay suficiente con esta tabla. 

Lilith o Luna Negra


La Luna surgió de la propia Tierra, y
en caso de desaparecer
toda la vida sobre ella cambiaría
de forma drástica. Somos hijos de la luna.
La Luna Negra o Lilith en honor a la primera y rebelde esposa de Adán expresa lo oculto, lo reprimido, lo negado, la vida no vivida. La Luna Negra no es un objeto astronómico sino un cálculo de una posición lunar. Según Vanessa Guazelli podemos entender el papel de la Luna Negra si entendemos que es la expresión de ese momento en que la Luna está tan lejos de la tierra que está a punto de escapar de su atracción gravitatoria, pero en un momento concreto la atracción la mantiene y vuelve a acercarse hasta el punto en que de no volver a alejarse impactaría con la tierra. Un viaje que dura un ciclo completo de años y que se repite incesantemente. Ese ir y venir de la luna, esa danza elíptica celestial, permite la vida en la tierra, pues estabiliza la rotación terrestre. Según la astronomía nació de la propia tierra, de  una colisión entre algun elemento espacial y la tierra lo que arrancó fragmentos de esta que acabaron formando nuestro único satélite que tiene un gran efecto sobre el eje de rotación terrestre. Hay estudios que demuestran que sin la luna la vida, tal  y como es actualmente en nuestro planeta, no hubiera sido, ni seria, posible. Como explica Vanessa en el vídeo antes mencionado, Lilith tarda unos 9 meses en transitar por un signo completo, con lo que como vemos su tránsito de 30º coincide prácticamente con una gestación humana. La gestación es un período de gravidez, de acumulación de nutrientes y elementos físicos y químicos para formar un cuerpo. Un cuerpo que pueda alojar una espírtu que luego comerá, dormirá amará, sufrirá, deseará... La Luna nos ata a la tierra, nos liga a la experiencia terrenal, a esa limitación que luego identificaremos como Saturno. Lilith tiene una contrapartida en Príapo o Sol Negro, signo opuesto a la posición de Lilith. Algo de lo que no nos ocuparemos ahora y que ha trabajado el astrólogo catalán Jesús Gabriel.  

Según Vanessa Guazzelli podemos leer a Lilith de forma siguiente por signos:
  • Tierra: La persona ofrece una resistencia al placer o se entrega en él con exceso. A la comida y la expresión emocional en Capricornio. A lo sexual y al orgasmo en Tauro y al sueño en Virgo.
  • Agua: La persona fluye de forma incesante, y eso produce un dolor pues hay una dinámica entre pulsión y compulsión. Ya sea emocional y en la comida en Cáncer, al sueño en Piscis y al sexo y al cambio en Escorpio. 
  • Fuego: Hay un exceso como compensación a una falta del ego. En Aries se manifiesta como afirmación individualista, en Leo con un glamour natural y un reconocimiento y protagonismo ante los demás. Y en Sagitario en un individualismo y la búsqueda de una ética propia. Pero recordemos que puede ser por exceso o por defecto de estos elementos mencionados.
  • Aire: Hay un exceso o falta de la relación con el otro. Se desconfía del otro, o una necesidad de cambio y de dejar-se ir (como una exaltación de Urano en Acuario).  
Lilith, la mujer prohibida
Recordemos que Lilith puede ser un estímulo para partes no integradas de la personalidad en los tránsitos. Lilith tiene que ver mucho con la reconciliación con el cuerpo, con ese elemento grávido que nos ata a la tierra y con lo que nos sentimos incómodos. Otro aspecto importante que nos explica V. Guazzelli es que si Lilith se encuentra en las casas del YO (10,11,12, 1,2,3) es un elemento incómodo para uno mismo pero no tanto para los demás, que incluso pueden verlo como un aliciente, especialmente en 1, 2, 11 y 12. Y en cambio en las casas del TU (9,8,7.6,5,4) puede ser más incómodo para los demás. Como que saca a relucir los defectos del otro, genera una incomodidad. 


Una escena preciosa donde se pude ver esa relación entre lo arquetípicamente femenino, la madre que consigue calmar al niño, y a la vez la amante que permite al hijo cortar ese vínculo nutritivo y a la vez pernicioso es la que he extraído de la gran película Despertares, basada en el libro de Oliver Sacks. En ella la actriz Penelope Ann Miller, que tiene a la puede percibirse a la vez como Luna Blanca y Luna Negra integradas, permite a Leonard (Robert de Niro) un primero y último baile con la VIDA. Con esa vida que le ha sido negada por la enfermedad y que la ciencia y el tesón del doctor Malcom Sayer (Robin Williams) le regalan aunque sea por un tiempo. Leonard es un niño en un cuerpo de adulto. Y por lo tanto no ha integrado en el adulto muchos de los aspectos del niño pues su estado letárgico le impidieron ese proceso natural. Vean la escena y déjense llevar por la música y el último baile del amor. Se da la casualidad que Penelope tiene a la Luna en Capricornio (signo de Tierra) y a Lilith en Escorpio (signo de Agua). Su personaje comprende a Leonard y su sufrimiento (Luna en Escorpio) quiere una relación seria, terrenal y fusional, con Leonard (lo que asociaríamos a una Luna en tierra y con Escorpio). Ella es a la vez fuerte y débil, empática y dura pues no se deja llevar por el sentimentalismo y consigue dar a Leonard la fuerza que a él le falta. Ella es su Luna Negra, aquello que falta, y que provoca ese vacío, esa ingravidez. Pero la enfermedad impide que se prolongue la relación. La restricción, el frío Saturno, el aislamiento, los separa. Pero tienen ese momento de amor, esa danza que desafía la finitud y que, si confiamos en el eterno retorno de las cosas, les une para siempre. 



Al empezar a leer una carta natal vemos tantos signos y casas que uno se pierde en que quiere decir cada planeta en un signo. A pesar que sea una simplificación excesiva antes de evaluar los planetas y sus aspectos hay que prestar atención a  las Luminarias (Sol, Luna) y el ascendente, para tener una base sobre la cual trabajar la carta. Aunque a veces una determinada conjunción de planetas, o un Stellium, nos llamen más la atención y puedan tener mucha más importancia. La Luna es, para quién escribe estas líneas un elemento muy significativo de la carta, pues es de los elementos de la carta el que más varia de una carta a otra, incluso en horas de diferencia, en personas nacidas en una misma época. 

Si los planetas transpersonales expresan pautas y características generacionales, que pueden desarrollarse o no en función del grado de desarrollo transpersonal y de las experiencias vitales, la Luna es un elemento muy particular ya que recorre el Zodíaco muy rápidamente, variando nuestros estados de ánimo. La Luna es además un elemento que, como el Sol, no tiene ningún hermano ni complemento a no ser que contemos la Tierra como hermana o madre. Venus tiene a Marte, Mercurio a Júpiter, Saturno a Plutón o Urano, etc. Lo que es seguro es que sin gravedad o con una gravedad mayor la gestación no se produciría. Somos hijos de la Luna.