La Psicología transaccional de Eric Berne y su comparación con el sistema astrológico (Sol, Luna y Saturno)
"Si no puedo doblegar a los dioses de lo alto, moveré a Aqueronte (los infiernos)"
Frase de la Eneida atribuída a Sigmund Freud con el propósito de trabajar en lo inconsciente
Eric Berne (1910-1970), psicólogo canadiense-americano de la escuela humanista |
El análisis transaccional es un sistema de psicoterapia individual y social que se engloba dentro de la psicología humanista. Fue propuesto por el psiquiatra Eric Berne a partir de los años 1950 en Estados Unidos, quien lo divulgó a través de su libro Juegos en que participamos. Le llevó 12 años crear y poner en práctica su método que es altamente eficaz ya que es de fácil comprensión. Berne adaptó y simplificó la teoria de las instancias de la psique de Sigmund Freud (Ello, Yo, Superyo) y las renombró como Niño, Adulto y Padre. La psicoterapia del análisis transaccional es reconocida como un método científico para el tratamiento de trastornos psiquiátricos en dos países con una alta cultura en esta clase de tratamientos: Suiza y Austria.
Aunque en España, por ejemplo, ha estado utilizada por el psicólogo Antoni Bolinches en sus obras, especialmente para relaciones de pareja (Tú y yo somos seis, Amor al segundo intento) o desarrollo personal (Peter Pan puede crecer) en un contexto de terapia psicológica y no psiquiátrica.
Sistema PAN (Padre-Adulto-Niño), propuesto por Berne y desarrollado en España por Antoni Bolinches |
Berne parte de la base que en el proceso de maduración las normas interiorizadas durante la infancia, la socialización educativa y la adolescencia, han configurado un sistema interno de funcionamiento psíquico. El Niño interior ha crecido a expensas de un Padre (al que han contribuido los progenitores, maestros y otras figuras de autoridad destacables) y en esa tensión irresuelta se ha formado, o debería haberse formado, una personalidad Adulta que hace de mediador entre las dos instancias extremas de la psique. El niño tiende a sentir, el Adulto actua y el Padre piensa y exige, podríamos simplificar. Como ese diálogo a veces no funciona la personalidad se desgaja en el conflicto que puede llevar a la represión, la immadurez o la neurosis. La clave de muchos problemas psíquicos en un momento dado de la vida es saber quien demanda que. Es decir de donde proviene esa necesidad imperiosa y quién o que la limita o la ahoga o quién castiga por una conducta que no encaja en nuestra autoimagen perfecta e idealizada de nosotros mismos. Por ejemplo, una persona quiere quedarse en cama y no ir a estudiar o a trabajar y simula una fiebre para no acudir, para no cumplir con el deber. En esa situación el Niño interno ha ganado al padre al adulto. La persona se quedará en la cama pero luego puede que tenga remordimientos porque el Padre, entendido aquí como instancia restrictiva y de autoridad reprende al Niño su actuación y exige responsabilidades al Adulto por no haber conducido la situación de forma correcta. La cuestión es saber en un momento que demanda cada parte.
. Carta natal de Eric Berne Nació el 10 de mayo de 1910 en Montreal (Quebec). No disponemos de hora de ancimiento y por tanto el ascendente es desconocido |
Berne apuesta por un diálogo entre las diferentes instancias. Un diálogo que harmonice las distintas voces de nuestra mente, aquellas que a veces gritan más las unas que las otras. Un diálogo que es muy propio de una Luna en Géminis. No deja de ser curioso, o quizás no lo sea en absoluto que Eric Berne tubiera a su Luna natal en Géminis y su Sol natal en Tauro como Sigmund Freud, el hombre que con Géminis en la casa VIII intelectualizó y racionalizó (o al menos trató de lograrlo) aquello insondable, lo pulsional y en absoluto racional: la sexualidad y el inconsciente. Berne siguó los pasos de Freud de la mano de Paul Federn, un discípulo del médico vienés, a pesar de que le negaron el título de Psicoanalista tras su aportación. Aunque eso no le hizo desistir, es más redobló sus esfuerzos para darle una nueva herramienta a la psicoanálisis freudiana, agotada por las II GM y el cambio de contexto de la sociedad americana de los años 50 y 60. Su hijo Terry Berne recogió póstumamente el título de Psicoanalista. Berne había seguido los pasos de su padre, también médico, que fallecció a la temprana edad de 38 años cuando el niño Eric tenía 11. No es difícil ver en la tarea de Berne un intento de comprender su propio proceso de interirización de una figura paternal ausente y probablemente idealizada por la temprana muerte del padre.
El Análisis Transaccional (AT) es una escuela de psicología enfocada al mejoramiento personal y social. Su objetivo era lograr un modelo de abordaje terapeutico accesible y práctico para todos: "que lo pudiera entender un chaval". La práctica del método sigue persiguiendo la eficacia de cara a que el cliente pueda cambiar sentimientos, pensamientos y comportamiento. Sus principales enfoques son:
- Destaca los aspectos sociales y de interrelación.
- Desarrolla un lenguaje no técnico y asequible a la comprensión del paciente.
- Mantiene la consideración positiva del otro como perteneciente a la naturaleza humana.
- Objetivo de la terapia: ayudar a la persona a restaurar o potenciar la posición existencial original: "yo estoy bien, tú estas bien".
Esquema que propongo para relacionar el AT de Berne con la Astrología humanista |
¿Podríamos aplicar este sistema a lo astrológico?
No lo sabemos seguro, pero podría ser interesante probarlo, tirar cable y construir un puente entre la astrología psicológica y la aportación de Berne sobre el diálogo entre las diferentes instancias para lograr harmonizar a la persona. Si usamos esta idea fuerza de entrada nos sale un esquema muy parecido a lo que Huber ya había desarrollado con la trinidad Saturno, Sol, Luna como eje central del análisis de la carta natal. Pero en este caso integrando al padre y la madre como figuras superegoicas en Saturno y dejando al Sol un papel más adulto y libre de la connotación de género. De alguna manera esta comparación con el análisis de Berne me parece más cercana, al menos para los que venimos de la psicología y aún no estamos del todo comprometidos con la astrología como disciplina autónoma. A mi entender el Niño es la instancia que se corresponde al Ello Freudiano, lo que en astrología podría ser más o menos algo relacionado con la Luna, Luna Negra y quizás algun aspecto de Plutón, o elementos relacionados con Escorpio, las casas VIII y XII e incluso la IV, especialmente en casos de ascendente Aries. El Adulto es la instancia que podríamos asociar al Sol, el yo racional, y también podría ser interesante buscar en la casa V y aspectos de Marte, Venus y quizás Júpiter, relacionados con lo personal, relacional y expansivo. Y luego el Padre (como figura genérica que engloba el principio de autoridad psíquico) que estaría representado sin duda por Saturno, signo y planetas de la casaIV, X; además de tener en cuenta que Urano podría ser un factor de relación y contrapeso (en función de los aspectos) entre ambos debido a que las restricciones saturninas a veces terminan en estallidos uranianos. Así lo explica Richard Tarnas en Cosmos y Psique ya que ambas fuerzas representan fuerzas arquetípicas contrarias y a la vez complementarias, aunque mitológicamente no se correspondan los relatos pues fue Cronos quién se rebelara contra Uranos y en cambio utilizamos a Urano como principio prometeico rompedor y individualizante opuesto al orden saturnino más gregario y apegado a lo colectivo, a lo moral y normativo. En algunas lecturas con amigos o personas que tienen curiosidad sobre el tema he encontrado individuos cuyo Saturno era opuesto a Urano o en cuadraturas, o tenían malso aspectos, y me he llevado la impresión que habían afrontado con mucha dificultad la individuación personal. O sea que podríamos preguntar-nos: que quiere la Luna? O ahora estoy haciendo demasiado caso a Saturno? Quizás deba escuchar a Marte y actuar para cortar este nudo gordiano en que mi conjunción Luna-Saturno me tiene normalmente atrapado. O quizás es tiempo de Urano y de romper con pautas del pasado y avanzar hacia el Sí-Mismo.
El Análisis Transaccional busca facilitar el abandono del guion psicológico que decidimos en la infancia bajo la influencia de las figuras parentales y de autoridad, pero que fue necesario para sobrevivir y que podemos aún estar siguiendo de forma inconsciente. Al dejar el guion, dejamos también de jugar los juegos psicológicos que lo refuerzan, pudiendo entonces usar integradoramente nuestra capacidad de pensar, sentir y actuar, al servicio de un vivir saludable. ¡Quizás puede probarse a nivel astrológico!
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